Una vez, estaba en el depto de un amigo, supuestamente estudiando Anatomía. Pero la realidad era otra, totalmente alejada de nuestras verdaderas obligaciones. La verdad es que el mate iba y venía, los termos se vaciaron más de un par de veces, y asesinábamos colillas en el cenicero, como si fueran las hormigas esas con las que uno se ensañaba de chico y les daba con el dedo, así. Para los que piensen que de chico era un asesino, menos mal que no se me dio de grande sino hoy más de uno no estaría en pie. Bueno, en fin… en que estaba? Ah, si…
El asunto es que de golpe, porrón, y palitos nos encontramos escuchando una afamada frecuencia modulada rosarina de Rock Nacional. Sí, la TL 105, pero yo la escuchaba porque a mi amigo le gustaba “Vudú”, una banda que solo sonaba ahí, en ese año. Y bueno, dale que va… Me acuerdo perfectamente de casi todo… El viento que entraba por el balcón (era un piso 9). Pasaba que dejábamos un poco abierto para que esa nube de Lucky y Marlboros se esfumara, porque sino las cortinas pegaban un olor a faso bárbaro, y a veces pegábamos un chiflete bastante difícil. Estábamos ahí, confortablemente sentados, si, y también adormecidos, el me hablaba de su pueblo, yo de Cerati y de Rosario. Comíamos palitos salados, más porrón. Anécdotas iban y venían, aunque debo reconocer que las suyas ganaban (te acordás de la chata que escupía petróleo? Saludos Barto).Risas varias, gastadas mutuas, dos cráneos más aparte de los nuestros, habían quedado abandonados, y a la vez eran testigos de uno de esos momentos simples y únicos que sueldan una buena amistad. Y entre medio de todo eso, “la” frase del 2003: “De mil pavadas que te digo, llevate una que te va a servir” (Teo de Bigand). Hoy pensaba en escribir sobre la contundencia de las frases, pero se me fue todo a la mierda, que se yo, soy un colgado… Iba a comparar la frase anterior con otra, mucho más común, pero igual de contundente, que es una respuesta típica de una amiga, si, amiga creo, que era “que se yo”. Pero bueh, me re deliré con un amigo que hace mucho que no veo. Así que, si por esas cosas de la vida, Nano, llegás a leer esto, saludos loco, y quiero saber de vos. En cuanto a la otra autora de la segunda frase, gracias por tirarme ese “que se yo” porque me hizo acordar de un amigo. A su vez, ojalá terceros que lean esto entiendan que me re fui y no concreté nada más que un saludo extenso y dos frases fuertes, piensenlo. Por otro lado, este es mi blog y acá soy el dueño de la pelota, y no, no voy al arco.
Les deseo salud, humo, porrón y amistades que rescatar.
Hasta pronto.
W.
El asunto es que de golpe, porrón, y palitos nos encontramos escuchando una afamada frecuencia modulada rosarina de Rock Nacional. Sí, la TL 105, pero yo la escuchaba porque a mi amigo le gustaba “Vudú”, una banda que solo sonaba ahí, en ese año. Y bueno, dale que va… Me acuerdo perfectamente de casi todo… El viento que entraba por el balcón (era un piso 9). Pasaba que dejábamos un poco abierto para que esa nube de Lucky y Marlboros se esfumara, porque sino las cortinas pegaban un olor a faso bárbaro, y a veces pegábamos un chiflete bastante difícil. Estábamos ahí, confortablemente sentados, si, y también adormecidos, el me hablaba de su pueblo, yo de Cerati y de Rosario. Comíamos palitos salados, más porrón. Anécdotas iban y venían, aunque debo reconocer que las suyas ganaban (te acordás de la chata que escupía petróleo? Saludos Barto).Risas varias, gastadas mutuas, dos cráneos más aparte de los nuestros, habían quedado abandonados, y a la vez eran testigos de uno de esos momentos simples y únicos que sueldan una buena amistad. Y entre medio de todo eso, “la” frase del 2003: “De mil pavadas que te digo, llevate una que te va a servir” (Teo de Bigand). Hoy pensaba en escribir sobre la contundencia de las frases, pero se me fue todo a la mierda, que se yo, soy un colgado… Iba a comparar la frase anterior con otra, mucho más común, pero igual de contundente, que es una respuesta típica de una amiga, si, amiga creo, que era “que se yo”. Pero bueh, me re deliré con un amigo que hace mucho que no veo. Así que, si por esas cosas de la vida, Nano, llegás a leer esto, saludos loco, y quiero saber de vos. En cuanto a la otra autora de la segunda frase, gracias por tirarme ese “que se yo” porque me hizo acordar de un amigo. A su vez, ojalá terceros que lean esto entiendan que me re fui y no concreté nada más que un saludo extenso y dos frases fuertes, piensenlo. Por otro lado, este es mi blog y acá soy el dueño de la pelota, y no, no voy al arco.
Les deseo salud, humo, porrón y amistades que rescatar.
Hasta pronto.
W.
