“Mi yo, hablándote a vos”

A veces queda mal decir ciertas cosas, y quizás lo que te diga pueda generar una impresión, o una reacción con respecto a mi que yo ni siquiera imagino… y, sabés que es lo difícil… poder decir lo que uno verdaderamente piensa, así que, imaginate lo que puede llegar a ser escribirlo…
El otro día me dijiste, “… y bueno, si estás aburrido, escribí”. Todo eso me dijiste. Son seis palabras y tres signos de puntuación, pero ahora que lo escribo, me doy cuenta que nunca antes, nadie, me había dicho algo semejante.
Una vez más me puse a pensar. No es que me cueste, es solo que lo único que tengo claro, es que no pienso ni bien, ni mal, pienso como yo pienso, y como últimamente pienso mucho en vos, pienso como pienso yo pensando en vos. Y con todo este mambo para pensar, como podés llegar a pensar que puedo tener un pensamiento lúcido, si, al solo hecho de pensar, lo hago pensando en alguien que me lleva a pensar. Chau, es un quilombo. Mejor no pienso nada y listo. Escribo la primer boludez que se me venga a la mente, y a la mierda.
O, sino, ya sé. Hago como Bucay, le saco fotocopias a algo más o menos creíble, en busca de cierta introspección. Un material destinado a gente que cree que con un libro van a solucionar lo que deberían tratar con gente que dedica mínimo seis años de su vida a una carrera. En fin, vendo fotocopias y me paro para todo el viaje. Quedate tranqui, no voy a hacer eso, porque no te veo en ese público, además, es una truchada, y por otro lado ese tipo de literatura me resulta por demás de grasa.
Como otra opción, lo que sí te podría escribir, son cosas populares que nunca fallan, como por ejemplo: “Me gusta cuando callas, porque estas como ausente…”. Fah! Contale eso a un tipo que lleva más o menos 15 años de casado, y te va decir: “me gusta cuando callas, porque: primero, se reduce en un 75 % el gasto telefónico; segundo, puedo ver el noticiero bien tranquilo; tercero, no tengo que aguantarme la tonelada y media de boludeces que decís; y cuarto, pero no menos importante, tu voz de pito me esta llevando a una inminente sordera”. Teniendo en cuenta todo este planteo, deducirás que no voy a transcribir ni a Neruda, ni a Benedetti, ni a nadie. Además esto de transcribir a otros, es verdaderamente cutre.
Ahora bien, si no voy a transcribir a nadie, quiere decir que tengo que pensar algo, y entonces esto se transformaría en un círculo vicioso, que me haría girar y girar, sin llegar a lo que, al fin y al cabo quiero decirte desde que comencé todo esto, decirte lo que realmente quiero decir. En fin, ahí vamos… ESTAS RE- BUENA.
W.

Nota: Escrito el 11-05-06, de 14:40 a 14:55 en el parque de las colectividades, bien cerquita de la barranca.

Dedicado a Ese Je.